Sustentabilidad

Esta impresora 3D creada por una universidad estadounidense puede imprimir millones de objetos al día | N6447

Poder imprimir a escala microscópica es posible gracias a este ingenio.

El funcionamiento de una impresora 3D es de sobra conocido. Es habitual tener en mente la manera de proceder de algunas de las impresoras 3D más recomendables, pero la innovación que vamos a mostrarte a continuación va mucho más allá de los habituales usos de estas máquinas, ya que podría ser utilizada en el campo de los medicamentos, la microelectrónica o los microfluidos.

Tecnología
La microimpresión en tres dimensiones es una realidad
Investigadores de la Universidad de Stanford, según el artículo publicado en el medio Nature, han conseguido imprimir partículas microscópicas en tres dimensiones, tan pequeñas que nuestros ojos únicamente las pueden percibir como motas de polvo.

La novedosa técnica utilizada por los investigadores de la prestigiosa universidad norteamericana permite procesar hasta un millón de estas partículas en 3D en tan solo un día, dado que llevan años perfeccionando su método para que sea más eficaz.

Jason Kronenfeld es el autor principal del estudio y asegura que en estos momentos es posible crear formas mucho más complejas en esta escala microscópica, a velocidades nunca antes alcanzadas y con materiales que hasta ahora no podían ser incorporados en sus estructuras.

Esta investigación ha tomado como base una técnica de impresión denominada CLIP, siglas que significan Producción de Interfaz Líquida Continua. Esta técnica utiliza luz ultravioleta para curar rápidamente la resina que se utiliza para generar partículas y añade una capa permeable al oxígeno que crea lo que denominan una ‘zona muerta’ para evitar que la resina se quede pegada.

Y a partir de aquí, los investigadores han desarrollado un sistema de producción de partículas en tres dimensiones que podría llegar a compararse con una cadena de producción. Una película bien tensada se envía a la máquina, donde se imprimirán a la vez cientos de formas, para después moverlas hacia delante y poder lavarlas, curarlas y despegarlas de la lámina. Ésta vuelve a su posición original y comienza de nuevo el proceso.

Eso sí, parece que, por el momento, la técnica cuenta con una desventaja y es que para imprimir tan rápido debe ceder algo de resolución. Este sistema no permite imprimir en escala nanométrica, algo que explica Jason Kronenfeld en declaraciones recogidas por la página web de la Universidad de Stanford:

Estamos navegando en un preciso equilibrio entre velocidad y resolución. Nuestro acercamiento es capaz de producir resultados en alta resolución mientras mantiene el ritmo de fabricación requerido para encontrar los volúmenes de producción de partículas que los expertos consideran esenciales para diversas aplicaciones. Las técnicas con el potencial para tener un impacto traslacional deben ser adaptables de la escala de investigación de laboratorio a la producción industrial.

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