Sustentabilidad

Los hornos solares prometen una nueva era de la cocina gracias a la energía fotovoltaica

Nota: ENERGIA. Los hornos solares una gran solución que aún no se tranforma en producción y ventas millonarias. Con alguna innovación quizás algún emprendedor le de con la luz solar al plato.

Los hornos solares prometen una nueva era de la cocina gracias a la energía fotovoltaica.

Hay quien se atreve a afirmar que podemos estar ante una nueva era en el mundo de la cocina, aunque lo cierto es que la cocina solar lleva existiendo desde hace cientos de años, pero nunca de la manera que estamos hablando ahora. Porque no solo hablamos de solucionar graves problemas de hambruna, sino de poder estar cocinando en casa durante los días que dure una ola de calor como la que estamos sufriendo en España (y gran parte de Europa) estos días. Esto evitaría tener que calentar aún más la casa durante el tiempo que estemos cocinando.

Ventajas de cocinar con un horno solar
A los aspectos positivos ya comentados podemos añadir algunos más que seguro llamarán la atención de aquellos que anhelan un mundo más sostenible y, en consecuencia, mejor.

Uno de los rasgos más característicos de estos aparatos tiene que ver con el tiempo que necesitan para cocinar los alimentos, que es muy superior a lo que estamos acostumbrados al usar hornos convencionales (eléctricos). Pero, en realidad, esto es más una ventaja que un inconveniente. ¿Por qué? Muy sencillo, porque no tienes la necesidad de tener que estar removiendo todo el rato la comida y jamás se te quemará ningún producto. De lo que sí tienes que estar pendiente es de que el aparato esté colocado en la posición correcta, no vaya a ser que el sol se esté alejando y el proceso se tenga que demorar más.

De esto saben mucho los montañeros y militares, que han tenido que experimentar con la cocina solar durante años. Y no solo ellos, también ha habido todo tipo de curiosos que han querido experimentar con esta tecnología. Sin ir más lejos, hubo un matemático chino, durante la dinastía Qing, que usó espejos y reflectores para montar su propio negocio de pato asado al sol. Y la cosa no se quedó hay, actualmente hay restaurantes en Armenia, Chile o Tailandia que dicen cocinar con energía solar.

El problema de los actuales hornos solares
En la actualidad ya existen hornos solares como tal, lo que ocurre, según unos investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) que participan en el proyecto LEAP-RE, es que «no se basan en la generación de electricidad, sino en concentrar la luz del sol con una serie de espejos sobre la base de la cazuela”. Y, claro, el problema es que no deja de ser algo muy similar a las típicas cocinas solares caseras que se construyen en actividades de educación ambiental, en las que los tiempos de calentamiento son muy largos.

De ahí que lo que se están planteando en el equipo de Gustavo de Miguel Rojas, investigador del Departamento de Química Física y Termodinámica Aplicada de la UCO, sea acoplar un sistema fotovoltaico que genere electricidad a los hornos. De esta forma consiguen acortar, y mucho, el tiempo de que tarda el alimento en estar cocinado.

Y es que estos investigadores cuentan con una dilatada experiencia trabajando con células solares de perovskita, que podrían permitir el desarrollo de células fotovoltaicas, basadas en silicio, más económicas que las actuales. La idea, de hecho, es encontrar un material cuyo precio de fabricación sea inferior y que pueda entrar en la dinámica de generación de energía a gran escala. También se plantea la posibilidad de encontrar algún híbrido de perovskita y silicio que permita generar energía barata y lo suficientemente potente para abastecer un pequeño horno y cocinar los alimentos en menos tiempo.

 

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