El sistema aprende de las nuevas amenazas que se presentan durante el combate y crea una estratégica que se envía a los demás aparatos para dar una respuesta coordinada al ataque.
Rusia y Ucrania han demostrado repetidamente durante la guerra la eficacia de los escuadrones de drones para debilitar los escudos defensivos enemigos y dejar al descubierto importantes objetivos. El uso de artillería para acabar con ellos es caro y poco eficiente, sobre todo por su elevado número y su movilidad, y cuando se agotan estas defensas dejan agujeros que luego puede aprovechar el enemigo lanzando armas más potentes. Ante esto, los ejércitos están empezando a usar sistemas electromagnéticos que bloquean las señales de los drones y los inutilizan. El último de estos sistemas se llama Pulsar y lo ha creado la compañía californiana de defensa, Anduril Industries. Pulsar es una familia de inhibidores basados en inteligencia artificial que trabaja de manera coordinada y, según afirman, puede hacer frente a las peores amenazas de esta guerra electrónica (electronic warfare o EW).
Anduril, es una empresa relativamente nueva que ya ha ganado importantes contratos a los tradicionales gigantes de la defensa como Boeing, Lockheed Martin y Northrop Grumman. El mes pasado, junto a la compañía General Atomics, superó a la competencia con un contrato de las Fuerzas Aéreas de EEUU para desarrollar un piloto de aeronaves no tripuladas para su programa de aviones de combate colaborativo.
El peligro que suponen los ataques de drones ha hecho que algunas fuerzas estadounidenses ya estén probando Pulsar. El medio especializado Breaking Defense apunta que oficiales de los EEUU han advertido que contrarrestar las amenazas de la EW es una prioridad máxima en la guerra moderna y que adversarios como Rusia o China van por delante en este campo.
«Nos hemos dado cuenta de que las fuerzas armadas de Estados Unidos no están donde tienen que estar en términos de operar en este tipo de entorno de amenaza de alta energía y luego tener los tipos de capacidades ágiles para defender nuestras fuerzas y contraatacar ofensivamente», explica el director de estrategia de Anduril, Chris Brose. «Creo que a medida que se va produciendo esa conversación nos damos cuenta de que tenemos que participar mucho más en esto».
Cómo funciona Pulsar
Anduril asegura que su sistema puede inhabilitar drones, proporcionar servicios de geolocalización y facilitar las comunicaciones. Sam El-Akkad, director general de sistemas RF/EW de Anduril, explica que la inteligencia artificial entra en acción cuando la tecnología identifica nuevas amenazas en el espectro electromagnético. Luego crea una estrategia de defensa adaptada al ataque en cuestión de horas o días y la envía a toda la red de aparatos del sistema Pulsar. Esto, asegura, reduce drásticamente el tiempo de respuesta.
El Pulsar instalado en el un dron Ghost-X. (Anduril)
«Si un sistema aprende y encuentra algo nuevo y desconocido, que también es un rasgo diferenciador, esa señal se registra y se capta», dice El-Akkad. «Y en cuestión de horas se analiza y se envía a todos los demás sistemas. Así, si un sistema ve algo nuevo, todos los demás sistemas están entrenados para ver esa novedad y reconocerla en el futuro».
Por su parte, Brose destacó que el sistema utiliza arquitecturas abiertas para permitir mejoras de otros proveedores. «Creemos que tendremos más impacto en la misión y más éxito como empresa si permitimos que más personas trabajen en el sistema, lo desarrollen y lo integren en sus capacidades», afirma. «Ya sabes, ganar más dinero a través de su buen trabajo que lo que haríamos si tratáramos de limitarlo e ir en la dirección opuesta, que es a menudo lo que vemos en la industria».
La compañía no ha dado muchos más detalles sobre su sistema. Tampoco han revelado su precio o qué clientes lo están usando ya. Pero sí sabemos, por otros comunicados, que colabora con el Mando de Operaciones Especiales estadounidenses y que ha suministrado versiones aéreas y terrestres del sistema. Además, aseguran, están preparando un modelo portátil que puedan cargar las tropas en sus desplazamientos.
Freír drones con microondas
Ante el empuje de los drones en este nuevo tipo guerra asimétrica que se está librando entre Rusia y Ucrania, sistemas como Pulsar son fundamentales para resistir el asedio del enemigo. Hace poco menos de un mes, la compañía norteamericana Epirus anunció estar en conversaciones con el Departamento de Defensa de EEUU para desplegar otro sistema similar capaz de destruir aeronaves enemigas sin depender de costosas baterías de misiles.
Sus inventores aseguran que es imbatible y así lo han demostrado en pruebas donde han podido acabar con una oleada de 66 atacantes de forma casi instantánea sin realizar un solo disparo. Su nombre es Leónidas y es un arma de microondas de alta potencia diseñada para contrarrestar los sistemas aéreos no tripulados en masa.
El sistema Leónidas sobre un blindado. (Epirus)
A diferencia de los sistemas tradicionales de defensa aérea, que lanzan interceptores cinéticos a objetivos individuales, Leonidas emite un haz de microondas capaz de neutralizar grupos de drones. El haz de Leónidas es tan potente que puede freír los circuitos de los drones en vuelo, haciéndolos inoperables. Esta capacidad, sin límite de munición y solo limitada por el acceso a una fuente de electricidad, permite una respuesta rentable a los enjambres de drones.
Este sistema, al igual que Pulsar, es mucho más ligero y móvil que THOR, el aparatoso sistema antidrón de microondas de alta potencia basado en magnetrones que usa en este momento la fuerza aérea de EEUU y que es tan grande que hay que transportarlo usando un remolque.