¡Buenas y feliz domingo (o lunes para algunos)! Se acaba noviembre y arrancamos con la cuenta regresiva para Navidad. Entremedio tendremos el plebiscito por la nueva Constitución. El “En contra” sigue liderando las encuestas.
En la semana que arranca, el foco estará puesto en el Imacec y las cifras de empleo de octubre. Deberían confirmar que la actividad sigue repuntando, pero que el mercado del trabajo sigue frágil. La buena noticia es que el tipo de cambio ha ido cediendo y las expectativas de inflación siguen a la baja. Los economistas dicen que ya está el espacio para que el Banco Central entregue un mayor estímulo monetario y acelere el ritmo de los recortes de tasas, junto con añadir que“buena parte de las cartas para el crecimiento 2024 ya están echadas”.
En esta edición de El Semanal: el miedo que generan en el mercado los resultados de Socovesa y Ripley. Se suman a lo que generaron los recortes de nota crediticia a Falabella y Codelco, y despiertan preocupaciones que van más allá del sector financiero.
Además, la industria del factoring nuevamente en el banquillo. Los audios de las coimas y el caso Primus confirman que es el talón de Aquiles del mercado financiero; el informe de la Cepal que muestra que no somos el país más desigual de América Latina y que la pobreza sigue a la baja; y una nueva aseguradora, esta vez vinculada a los controladores de TurBus, admite problemas.
También en esta edición:CMPC lidera el rankingglobal de sustentabilidad; la polémica que desató José De Gregorio con su discurso en la FEN; y las advertencias que deberíamos escuchar a partir de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada en la Argentina.
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RIPLEY Y SOCOVESA, LAS 2 GRANDES PREOCUPACIONES DEL MERCADO
En el mercado y entre algunos funcionarios de Hacienda hay una creciente preocupación acerca del impacto de la estancación económica en las empresas e, indirectamente, en el empleo. El estancamiento lleva doce años, pero se agudizó en los últimos cuatro por el estallido social, la pandemia, la inflación y el durísimo golpe a la estabilidad del sistema financiero que significaron los retiros de las AFP.
La política.A eso hay que sumar las incertidumbres políticas que hacen que las tan necesarias reformas económicas sean tan difíciles de implementar.
Una semana para el olvido. Arrancamos con el recorte a nivel basura de la deuda de Falabella, luego tuvimos el recorte a la deuda de Codelco y el viernes tuvimos un combo doble: los resultados de Socovesa y de Ripley, otros dos emblemas de los años de boom chileno. Socovesa es la constructora más grande de Chile y Ripley es uno de los top retailers de Chile, con importantes negocios en Perú.
Socovesa es víctima de la mayor crisis de la industria inmobiliaria/constructora en 40 años. Los retiros le quitaron profundidad al mercado financiero y, por ende, hay menos capital para créditos hipotecarios. A eso sumemos la inflación y el alza de tasas de interés, lo que hace muy difícil conseguir un crédito y que tiene a la banca siendo más conservadora a la hora de prestar plata. En los últimos dos años, 533 constructoras han quebrado o acudido a una Reorganización Judicial.
El miércoles, la empresa controlada por la familia Gras anunció que en el tercer trimestre perdió US$ 26,7 millones y su deuda se disparó 27% a casi US$ 800 millones.La Tercerareveló que la compañía negocia de manera urgente dos líneas de crédito por 1 millón de UF cada uno, con Banco Estado y BCI, y fondos de LarrainVial.
Luego de ver los resultados, este fue el comentario de un analista con años de experiencia:“Socovesa is done. Su deuda en el corto plazo cerca USD 950 millones (sorry, pasivos)… pérdidas antes impuesto CLP 32 bns, flujo operacional – CLP 95 bns ( CLP 54 bns solo en intereses, venden 168 bns y pagan intereses por 54 bns)… no way”.
Traducción: sin esas líneas de crédito, Socovesa la tiene complicada.No es solo un gigante de la industria sino de la economía chilena. Sus problemas golpearían no solamente al mercado y la banca, sino que también tendrían un impacto político.
Los problemas de Ripley. Desde agosto que en el mercado se habla de que Ripley está en desafíos más grandes que lo que muestran las cifras oficiales. Las acciones han caído casi un 40% y el viernes la empresa confirmó lo peor: entre junio y septiembre, las pérdidas más que se duplicaron en comparación con el mismo periodo del año pasado.
La cadena de multitiendas que controla la familia Calderón perdió $ 25.013 millones el tercer trimestre. Hace un año, en los mismos tres meses perdió $ 12.451 millones. Los ingresos cayeron 8,4% a $ 430.388 millones, lo que se explicó principalmente por el continuo desplome del consumo, lo que afecta a su negocio core: el segmento retail.
Y el futuro no parece muy brillante. El consumo mejora, pero muy lentamente, y a diferencia de SMU o Cencosud, e incluso de Falabella, Ripley no tiene negocio de alimentos. Uno de los ejecutivos de mayor trayectoria en la industria del retail y centros comerciales lo pone de esta manera:
“El negocio de los malls está en un declive estructural en el mundo. El negocio de los grandes retailers con tiendas anclas como Ripley, Almacenes Paris o Falabella, también está en una transición a la baja estructural. El único buen negocio en este espacio es el de alimentos, el de los malls con supermercados como ancla, los outlets y los strip centers. El resto es complicado y por eso es que a Ripley lo veo muy complicado al mediano y largo plazo”.
Los principales accionistas de Ripley.Además de los controladores, las AFP tienen una presencia importante. De acuerdo a registros de la CMF, Provida es la más expuesta, con un 2,6%. También con presencia en el registro de accionistas están AFP Capital, Modelo, Uno y Hábitat. Además hay inversionistas institucionales extranjeros con más del 4%. Y también inversores locales a través de fondos de BTG, BCI, Santander, BanChile Inversiones y Compass Group.