Desde el año 2017 en la capital se viene desarrollando la visión de Distritos de Innovación según la metodología coreana, pero siguen sin observarse sus resultados. ConQuito trabaja en la implementación del Distrito Tecnológico de La Mariscal con cuatro millones de dólares de fondos para la inversión.

La innovación tecnológica en los últimos años ha sido el bastión sobre el que las principales ciudades del mundo están apuntalándose para dinamizar el crecimiento y el desarrollo económico de las sociedades.

 
Quito no es la excepción y el pasado mes de julio del 2024 anunció que desde el municipio esperan transformar a La Mariscal en el primer distrito tecnológico del Ecuador, y en este momento ya cuentan con unas 600 empresas registradas en sus plataformas y al menos 4 millones de dólares para dar inicio al desarrollo de este proyecto.

En este sentido, el director Ejecutivo de ConQuito, Gonzalo Criollo conversó con LA HORA para revisar los avances de este proyecto y las acciones que vienen desarrollándose para fortalecer las redes de innovación y cooperación tecnológica en la capital.

Al explicar las razones para la escogencia de La Mariscal como el punto de inicio para el Distrito de Innovación Tecnológica, Criollo destacó que dentro de los beneficios de la zona se encuentran la concentración geográfica de universidades en la zona, también hay muchas empresas y además “porque vemos un potencial de crecimiento de la zona muy interesante”.

Por su parte, Juan Pablo Espinosa, rector del Instituto Tecnológico Exponencial Kruger y una de las personas que ha venido trabajando en el desarrollo de los Distritos de Innovación planteados en la Ordenanza de Innovación del Distrito Metropolitano desde el año 2017, en la capital es crucial avanzar en este aspecto para atraer nuevos capitales y desarrollar nuevos puestos de empleo.

«Los distritos de innovación de acuerdo a la metodología coreana que se ha estado estableciendo desde el año 2017, es importante para potenciar los intangibles desarrollos de conocimiento de una ciudad. En este caso, Quito no tiene ningún distrito de innovación y es importante que empecemos a tener un distrito especializado de acuerdo a los seis sectores de clusterización. Esto es Gobierno, Salud, Nuevas Tecnologías, Seguridad y E-commerce. Lo fundamental es entender que el Distrito es un edificio y es un límite geográfico, pero que lo más importante son las conexiones que se hagan con las personas que están dentro de este distrito».

 
¿Cómo hacer exitoso un Distrito Tecnológico?
Juan Pablo Espinosa destacó que el éxito de un Distrito Tecnológico en Quito debe partir desde el fortalecimiento de lo establecido en la Ordenanza de Innovación del Distrito Metropolitano de Quito y del aseguramiento de los fondos que deben estar garantizado para los emprendedores a través de FonQuito.

Sobre este punto, Gonzalo Criollo de Conquito explicó que, desde la Alcaldía se está trabajando junto a la Cooperación Coreana en la creación de un Centro de Innovación y en el desarrollo de capacidades técnicas. «Tengo buenas noticias en este sentido y es que están incrementando el presupuesto que en su momento estaba asignado para este proyecto», apuntó.

Para Espinosa, los fondos que se utilicen para el desarrollos del Distrito de Innovación, deben dejar de ser una herramienta política y convertirse «en un impulsor de ecosistemas de innovación, para ello es importante la cantidad y la calidad, la cantidad que se entregue en montos que un emprendedor realmente pueda invertir y ‘quemar’ en la validación de ese modelo de negocio».

El rector del Instituto Tecnológico Exponencial Kruger, acotó que no se debe buscar negocios que ya están establecidos, sino emprendimientos tecnológicos que tengan investigación y desarrollo y que «estén muy posiblemente vinculados con las universidades o con los institutos tecnológicos, que necesiten esta capital para validar su modelo de negocio».

Dejó claro que «para que el Distrito de Innovación funcione, para que el ecosistema de innovación de Quito funcione es necesario que haya una articulación público- privada y que a través de la ordenanza y tal vez de su aplicación, el sector privado, el sector bancario, el sector de seguros, el sector de la ciberseguridad, puedan invertir en esos emprendimientos y multiplicar el fondo por diez».

Hacía dónde se dirige el Distrito de Innovación de Quito
El director Ejecutivo de ConQuito, Gonzalo Criollo al preguntarle hacia dónde debe dirigirse el Distrito Tecnológico de Quito puntualizó que además de permitir la interconexión y acercamiento de las empresas de tecnología en la ciudad, debe lograr la transformación de la ciudad como se ha observado en ciudades como Barcelona (España) o Medellín en Colombia.

«Nos estamos basando mucho en lo que es la experiencia del 22@ en Barcelona, que es una experiencia maravillosa y es un espacio donde se concentran la mayoría de empresas y de las universidades. O cómo por ejemplo, en la Ruta N en Medellín, que es un caso más cercano a nuestra economía», apuntó Criollo.

Destacó que gracias a los Distritos de Innovación, Medellín pasó de ser una de las ciudades más peligrosas de Colombia en los años 80 «y con toda esta estructuración desde el municipio, ahora tienen uno de los distritos de innovación más importantes del mundo. Por eso decimos que Quito no puede quedarse atrás en esa discusión y el alcalde ha dicho hay que avanzar hacia ello, aquí está todo el presupuesto y el apoyo para que se dé».

Por su parte, Espinosa sostiene que es fundamental el desarrollo es experiencias de emprendimiento, de innovación y desarrollo tecnológico, «para que los grupos de estudiantes y tecnólogos, no salgan a buscar empleo, si no que desarrollen modelos de negocio, entonces nosotros en el Instituto Tecnológico Exponencial Kruger, estamos ya con algunos Bootcamp para lanzar tres tecnologías y en nuestra malla curricular se aplica el artículo 21 y 22 de la Ley de Emprendimiento e Innovación, que es ley nueva y que casi nadie conoce, que establece que todas las mallas curriculares a nivel de Colegio y de Educación Superior deben incluir la formación de habilidades de emprendedor y para la vida de las personas, pero no como una materia ajustativa, sino como parte del tronco común».

Recordó que Kruger Corps es una empresa que tiene más de 30 años en el desarrollo de tecnología y de modelos de negocios innovadores de la ciudad. Desde hace 12 años, creó la primera incubadora privada de Quito, «es una incubadora que ha madurado hacia una aceleradora, y a raíz de todas estas experiencias de emprendimiento, de innovación y desarrollo tecnológico, hemos creado un instituto tecnológico», apuntó.

Abriendo oportunidades
El director de Kruger Corps, Ernesto Kruger, también conversó con LA HORA sobre el desarrollo del nuevo Instituto Tecnológico Exponencial Kruger, que hace dos semanas fue aprobado por las autoridades educativas, indicando que esta es una nueva ventana para brindar oportunidades a la juventud en Quito.

Kruger explicó que «el Instituto ya fue aprobado hace dos semanas, es un instituto regulado, es decir, que tiene las credenciales para seguir haciendo esto que hemos venido haciendo». Acotó que parte del Instituto funciona como una fundación para «ayudar a la gente que tiene esa necesidad natural del trabajo y ahora tu puedes trabajar desde tu casa para el mundo».

Indicó que para ingresar al Instituto Exponencial Kruger, no hay una edad determinada y que quienes deseen formar parte de esta experiencia deben comunicarse a través de los diversos medios y redes del instituto, donde podrán encontrar los detalles de los cursos que se ofrecen y las carreras que se lanzarán el próximo mes de octubre.

«Nosotros estamos claros que hay que cumplir con unas formalidades que piden los entes reguladores. Se puede aplicar a las becas y otros tienen que pagar una tarifa razonable, lo que buscamos es que sea asequible», apuntó Ernesto Kruger.

Destacó que todos pueden conectarse a la cultura Kruger, «nosotros tenemos Krugercorp.com y a partir de ahí hay una serie de iniciativas en donde pueden conectarse y pertenecer a esta cultura que nosotros hemos creado, que la ven desde nuestras instalaciones, ¿Cómo trabajamos?, y le llamamos Capachera, la cultura capachera es el acrónimo de nuestros valores: Colaboración, Alegría, Practicidad, Agilidad, Curiosidad, Humildad, Empatía, Responsabilidad y la Adaptabilidad. Entonces, esos valores se transmiten, y hay muchos que trabajan en otras empresas y dicen, me llevó a la cultura Krugueriana. Nosotros queremos transcender y transformar con metas muy ambiciosas a las personas, pero siempre con ese impulso que necesitamos todos». (ILS)